EL ATAQUE DEL 22 DE OCTUBRE DE 1744

   

Para comprender los ataques sufridos en nuestras costas por parte de los piratas berberiscos tenemos que remontarnos como mínimo a 1609.Fecha en la que un terrible Decreto de Felipe III obligó a todos los moriscos a abandonar la tierra en la que habían nacido.

Hay que entender que se expulsó a personas que durante generaciones habían nacido y vivido en nuestro suelo. Personas a las que se les dio sólo tres días para abandonar todo lo que poseían. Muchos de los futuros corsarios habían sido en estas tierras humildes labradores o artesanos. La expulsión les convirtió en sanguinarios marinos. En 1637, en el primer ataque del que tenemos noticia, se llevaron cautivos a todos los vecinos de Calpe. Algunos regresaron, pero gran parte de aquellos calpinos quedaron para siempre en el norte de África.

El siguiente ataque pirata a la villa de Calpe se produce en la mañana del jueves 22 de Octubre de 1744.En ese lejano día, aproximadamente a las 6 de la mañana, llegaron a nuestras playas siete Galeotas con la intención de asaltar nuestro pueblo Al darse cuenta los calpinos acudieron unos veinte hombres hasta la orilla del mar y guareciéndose tras un muro de piedra, dispararon a las lanchas que estaban atacando un barco catalán cargado de vino. A pesar de que hirieron a alguno de los atacantes, los calpinos se retiraron al cañonearlos dos de las Galeotas que se habían acercado a tierra. A pesar de la superioridad numérica de los asaltantes, los calpinos retuvieron durante hora y media el desembarco de los corsarios. Finalmente con 12 lanchas (cuatro de ellas apresadas a los pescadores locales) desembarcaron unos 800 a 1000 hombres, iniciando el ataque contra los pocos defensores que habían quedado dentro de la ciudadela. Estos en número de 60 aproximadamente, resistieron valerosamente los embates de los asaltantes y, con unos pocos fusiles e incluso con piedras mataron a muchos de los asaltantes. Duró la contienda hasta las 4 de la tarde, en que los piratas desistieron de su empeño de conquistar la ciudadela al acudir en ayuda de los calpinos gente armada de los pueblos limítrofes.

Murallas de la ciudadela

De los defensores sólo murió un joven al asomarse sobre la muralla al oír los lloros de su madre a la que se llevaban cautiva. Otro de los defensores fue herido de bala en un muslo Los asaltantes tuvieron más de 100 bajas. Todos los muertos y heridos fueron embarcados, menos uno que cayó muerto a la puerta de la villa y que a pesar de sus muchos esfuerzos no pudieron llevarse. Las siete Galeotas piratas estuvieron fondeadas frente a las costas calpinas hasta el amanecer del sábado día 24 en que abandonaron el fondeadero sin que se supiese el rumbo que tomaron.

La villa de Calpe en el momento del ataque, comprendía intramuros 23 casas y la iglesia. En los arrabales, unas 110 casas más. Se encontraban los tres torreones y su puerta principal (el Portalet) en un estado lamentable. Hacia 4 meses que en nuestra villa se venían padeciendo continuas enfermedades y sus pocos habitantes imposibilitados de arreglar los muros para su defensa.

El 28 de Octubre de 1744 el alcalde de Calpe escribe al Duque de Caylús, Gobernador de Valencia informándole de la invasión mora. Ese mismo día, el Duque escribe al Marques de la Ensenada notificándole que el alcalde de Calpe le había informado. A partir de ese instante el Marques de la Ensenada inicia una serie de gestiones que darían como resultado la fortificación de nuestro pueblo y cuyas obras se ejecutaron entre 1745-47 bajo la dirección del Ingeniero de origen francés Carlos Desnaux. as obras ejecutadas fueron; Reparación de las murallas y cambio de la puerta del Portalet. Construcción de un muro que cercara los arrabales y cuyo perímetro recorría aproximadamente, las calles de José Antonio, Purísima, Mar, Constitución Av. de Ifach, Campanario y Pl. de España. Este recinto tenia dos puertas; La llamada del Mar (actual pl. dels Mariners) y la de Altea (Pl. de España).

Como dato podemos afirmar que la única puerta de acceso a la ciudadela y conocida como el Portalet, media 9 pies y 3 pulgadas de alto (pie de Castilla, aprox. 28 cm) por 6 pies y 6 pulgadas de ancho, (2,60 de altura por 1,82 de anchura) y estaba completamente arruinada. El coste total de las obras de defensa de nuestra villa (ejecutadas finalmente por administración) fue de 64.294 Reales de Vellón. Quedando el pueblo de Calpe cercado por dos muros. El interior con la única salida del Portalet y el exterior con las dos puertas mencionadas. Mar y Altea.  El día 8 de Enero de 1747 el cura de Calpe Roque Vives da las gracias al Marques de la Ensenada por las obras ejecutadas.

Desde 1744 Calpe no fue atacado más por los piratas berberiscos.

Andrés Ortolá Tomás