El Parador de Ifach

Con la idea de dar a conocer las bellezas paisajísticas de la provincia de Alicante, en el Patronato Provincial de Turismo se hizo patente la necesidad de un parador de turismo; modesto pero decoroso, donde el turista pudiera encontrar en su ruta a través de la provincia, descanso, albergue, comida..

En el mes de Julio de 1933 las autoridades de la Diputación y el ayuntamiento calpino acordaron iniciar los pasos para que el parador de turismo fuera una realidad. Los primeros bocetos fueron a imagen de las construcciones de la Marina, la fachada que miraba al mar, al modo de los típicos riuraus  de la comarca. El proyecto y la dirección fue obra del arquitecto municipal de Alicante Miguel López González. El 13 de Septiembre de 1934  el gobernador civil señor Vázquez Limón, acompañado por el Presidente de la Diputación, el secretario del Patronato y las autoridades locales visitaron las obras y se comprometió a que las obras recibieran una subvención del Patronato. La subvención concedida fue de 25.000 pesetas.

Panorámica del Racó en los años 20

En el verano de 1933 ya funcionaba el restaurante Rincón de Ifach; aunque puede que fuera el bar de Miguel Mauri Escoda, bautizado, en principio como Rincón de la Alegria y posteriormente Bar Buenasombra. Como dato curioso, la competencia entre dos compañías alicanticas que ofrecían excursiones a Calp; la una Excursiones Iborra, la otra Empresa Soler. La primera ofrecía- por 12 pesetas-viaje en tren desde Alicante, transporte de la estación en coche hasta el restaurante y un menú compuesto de entremeses, arroz con pollo o a banda, pescado frito o asado, bistek con patatas, pan y postres. Naturalmente, el regreso a Alicante estaba comprendido. Pero los de Soler, lo rebajan a 11 pesetas por persona, el mismo menú y añaden excursión a la salina y la ascensión al Peñón de Ifach. Además de un décimo de lotería por cada diez excursionistas. Toda una oferta.

Derribo de una casona propiedad de Juan Ronda    

                        

Colocación de la primera piedra del Parador de Ifach. Presentes Antonio García y Manuel Giner

 


Inicios de las obras del futuro Parador. Año 1934

 
 

Construcción de la carpintería y corral en la parte izquierda. A la derecha, garajes y lavadero. La casa es la de Miguel Buigues Buigues.

 

Los terrenos sobre los que se asienta el futuro parador, originalmente pertenecientes al calpino Juan Ronda "Bavós" parece ser que tenían una opción de compra por parte del empresario cubano Ernesto de Quesada con la idea de construir en el lugar ocho chalets, de los cuales finalmente, construye tres de ellos. Según documentación del propio Quesada renuncia a la compra en beneficio de Antonio García Sapena.

En Julio de 1933 toma la iniciativa el Patronato Provincial de Turismo cuando manifiesta: Ahora se habla de Calpe, y ya está convenida la construcción de un parador para el turismo al pie mismo del Peñón de Ifach, en aquella linda playa que se abre como una mano esperanzada en caricia al idolo fronterizo. Ha sido una necesidad que ahora han puesto de relieve las realidades: cuando se ha comenzado a visitar el lugar apacible y pintoresco, y se ha vivido repetidamente la delicia de unas horas de unas horas allí, ha comenzado a hacerse patente la imprescindible urgencia de un parador decoroso, modesto pero decoroso, donde el turista encuentre cuanto en su ruta a través de la provincia le sea necesario-descanso, albergue, cobijo, comida...-un oasis de amabilidad en el páramo de la carretera.

El parador de Calpe es un hecho y será una evidencia pasados unos meses, pues ya ayer, las autoridades locales y provinciales de Alicante junto con las de Calpe, han convenido todos los pormenores de la construcción, del emplazamiento y del servicio.

La construcción del parador. En un principio con 12 habitaciones y decorado por Zenobia Camprubi.

Para la construcción del parador forman sociedad el calpino Antonio García Sapena- Alcalde de Calp en aquellos años-  y el vecino de Benissa Manuel Giner Ivars, este con cierta vinculación con el sector hostelero al ser su esposa; Francisca Cabrera Giner una de las propietarias de la conocida Venta de la Chata en la carretera nacional Alicante-Silla. En el mes de Agosto de 1939 contrae matrimonio Antonio García Sapena con Pilar Vives Santacreu. En la época de mayor actividad, entre los años 1938/1965, Pilar se convierte en el alma mater de las relaciones públicas del establecimiento. Poseia Pilar unas excepcionales cualidades humanas en el trato y sabía cuidar al máximo el negocio. Así fue hasta su muerte acaecida en 1965. El excelente emplazamiento del parador, en uno de los sitios más pintorescos de la costa levantina, orientado al sur,  a una de las mejores playas de aquellos años, la del Cantal Roig. La presencia del monte Ifach a la vista, para disfrute de sus visitantes; las salinas en plena producción en las cercanias, los barcos de pesca que cada día al atardecer recalaban en las playas del Racó o de la Fosa con el producto del pescado fresco y que por si mismo, constituian todo un espectáculo. Todo ello en su conjunto, la benignidad del clima de esta zona del Mediterráneo, descubierto para muchos veraneantes por primera vez,tradicionalmente  habituados a las playas del norte de España.

   

        Pilar en la cocina supervisando la buena marcha                                            Desde la entrada del Parador. Imagen de una costa desertica

Fue todo un acierto por parte del arquitecto Miguel Lopez el que parte de la edificación, sobre todo las terrazas orientadas al mar, que tuviera la estructura de los típicos riuraus de esta zona de las Marinas. No fue facil el levantar un edificio de estas características sin referentes en la comarca- ya no  lo fué la del cuartel de carabineros en la playa de la Fosa, solo diez años antes-la carencia de profesionales o técnicos en fontanería, ebanistas, cristaleros, etc., la falta de agua, en principio con  su transporte en mulos, desde alguna noria cercana y que podría ser la de Cosme Jorro Ripoll en el Realet. Afortunadamente, la perforación de un pozo al lado de la casita de Miguel Buigues "Marguí" solucionó el problema y al mismo tiempo, su caudal permitió la instalación del lavadero para las necesidades del establecimiento.

La falta de electricidad en aquella época fue otro problema añadido. Durante bastantes años el Parador estuvo enganchado al transformador que había detrás de los garajes y que daba suministro a las pocas casas de los alrededores, pero también a los motores de moler sal o de bombear agua desde la cala de la salina hasta las balsas. Era muy habitual que durante las tormentas los plomos del transformador saltaran y el encargado de la salina: José Ortolá Avargues (mi padre) era tenedor de  las llaves del transformador y tenía que desplazarse a conectar la corriente, con la contrariedad de mi madre que sabía del peligro que se corria. Pero si no lo hacía, el Parador a oscuras y claro un establecimiento lleno de huespedes no podía quedarse a oscuras. Otra cosa eran las viviendas que estábamos ya  acostumbrados y teníamos preparado el "carburero" o el candil de aceite.

Antonio Garcia Sapena y Pilar Vives Santacreu

Manuel Giner Ivars y su esposa Francisca Cabrera Giner

Muy pronto el Parador de Ifach se convierte en un establecimiento al que acude, no solo la élite provincial, son muchos los personajes de la vida política, empresarial o la burguesia. Su inmejorable emplazamiento, la incomparable belleza del paisaje y el trato acogedor de sus propietarios, la profesionalidad y trato amable de sus empleados hacia los huespedes, colocaron al Parador a la altura de los mejores establecimientos de España. Inaugurado el día 25 de Mayo de 1935 acudió lo más granado de las autoridades: el Alcalde de Valencia, los gobernadores de Valencia y Murcia, una representación del Patronato Nacional de Turismo, el Presidente accidental de la Diputación y un sinfin de ilustres invitados de la prensa y de las artes. En el esplendido y artístico comedor con vistas al Peñón y al mar, se sirvió el almuerzo, al terminar el secretario del Ayuntamiento de Alicante, don Juan Guerrero, leyó unas cuartillas, haciendo história de la construcción del Parador y ensalzando su emplazamiento. Recordó frases del inolvidable Gabriel Miró, elogiando el Peñón de Ifach y el espléndido panorama que ofrece. En el hall del parador los asistentes pudieron admirar un gráfico del pintor valenciano Escrivá, en el que aparece el itinerario a seguir desde Valencia a Alicante, respecto a Calpe.

   

            Entrada del parador. Al fondo, el mural de Escrivá                                                                    Una de las habitaciones decoradas por Zenobia Camprubi

La buena marcha del establecimiento hace necesaria su ampliación a 18 habitaciones para dar más espacio a su numerosa clientela; eran muchas las familias que solian pasar un mes del verano en sus instalaciones. La lista de personajes de las artes o las letras es extensisima: Azorin, Iturbi, Oscar Esplá, Hemingway, Gabriel Miró, Florian Rey, Raf Vallone, Jesús Hermida, Carmen Sevilla, Orson Welles, Ava Gardner, Gregory Peck,  y un largo etcétera.

Los principes de Prusia, se encontraban entre los habituales. Políticos como Azaña, Negrin o la Pasionaria. Manuel Fraga, Navarro Rubio, José A. Girón o Nicolas Franco.

Entre las muchas familias habituales recuerdo la del señor Pio Suarez-Inclan; venía el matrimonio con sus tres hijos: Fernando, María Rosa y Marily, se quedaban durante el verano  mes y medio. El chofer -Manolo Reyes-se hospedaba en la casa de Miguel Buigues, en una habitación que tenían alquilada para el.

 

                                                                               El Parador y su caseta de baños en la playa                                                               

Antonio García solicita en Septiembre de 1936 la ocupación de una parcela en la zona marítimo-terreste con destino a colocar casetas de baño y construir una rampa de acceso al Parador, por motivo de la Guerra Civil el expediente queda en vía muerta y nuevamente es solicitada la concesión en Julio de 1940 esta es aprobada en precario y sin plazo determinado. Se trata de una parcela 2.190 metros cuadrados y que entendemos es donde actualmente se encuentra la piscina.

En los años 40 se construyó una caseta de madera con cuatro departamentos para uso de los bañistas.

 

 El Hotel Miramar

En 1952 al adquirir Antonio García el Hotel Miramar construido por el vecino de Benissa Andrés Bertomeu, se hizo necesario el construir unos desagues ( el Miramar sólo contaba con fosas septicas)  que conectaran con los del Parador, con este fin se perforó un túnel que desde el Miramar cruzara por debajo de la carretera hacia la playa. Toda la tierra del túnel se utilizó para rellenar y allanar el trozo de acantilado; al mismo tiempo se aprovechó para hacer una balsa y desviar los desagues que, hasta entonces vertian directamente al mar en un lateral del Cantal Roig.

 

                                                             Pilar Vives con  el cocinero Francisco Camañez y varias empleadas                      

En Agosto de 1947 la relación entre los dos socios: Antonio García Sapena y Manuel Giner Ivars era insostenible, la dispariedad de criterios entre Antonio y Manuel que llegan a dejar de hablarse para no reñir. Antonio y un tal Fuensanta acusan a su socio de no hacer nada, a beber cognac, a dedicarse a la buena vida y a gastar más de lo que debe sin rendir cuentas a nadie. Fuensanta aconseja que vendan el edificio y el negocio, que se repartan cada uno su parte y dedicarse a otra cosa. Tratan de venderselo a la Dirección General de Turismo, la cual no está interesada. Se habla de arrendar la parte de Antonio a Diego Ivars o a Antonio Buigues que en aquellos momentos regenta la salina. Por testimonios familiares de la esposa de Manuel, que mantienen una versión diferente, el pique estaba entre Pilar, relaciones públicas y Francisca que tenía que realizar los trabajos más duros; cocina o otras tareas. Finalmente, la separación se hace efectiva, Antonio y Pilar se quedan con el parador. Manuel y Francisca vuelven a la Venta la Chata de la que Francisca es parte de la propiedad con sus dos hermanas. Con ellos se van varios empleados: la cocinera Gerónima, autora de uno de los platos más demandados: la sopa de mariscos, que después introduce en la Venta. Con Gerónima se marcha Maruja encargada de enseñar a las chicas del servicio y alguno más que no podemos precisar.

 

   

            Grupo de camareros y sirvientas. Dos se casaron en Calp                    La banda de música calpina en una de sus actuaciones

El 30 de Septiembre de 1952 la Oficina de Información de Alicante envia copia de la Orden del Ministerio de Información y Turismo advirtiendo  la prohibición del uso del nombre de Parador. Se realizan algunas gestiones a altas instancias sin ningún resultado. El cambio es obligatorio y los establecimientos de hostelería particulares no puedan llevar la denominación de Parador o Albergue y se aconseja a García Sapena el cambio a otro nombre. Son cuatro los que se proponen: Hosteria del Ifach, Mesón del Ifach, Hostal del Ifach y Paradero del Ifach. Finalmente, es este el elegido.    


 

                                                        El parador ya con la nueva denominación. Detras, los chalets de Quesada                          

Desde un principio el proyecto contaba con garajes en las cercanias del establecimiento, garajes que fueron infrautilizados- los clientes preferian estacionar en la explanada frente al parador- y finalmente, en los de la parte izquierda se instaló una carpintería y un corral para cerdos que al final de la fase de engorde eran vendidos al carnicero local José Bertomeu. De la carpinteria, almacenes y del mantenimiento de los vehículos se contrato a  Francisco Escales que fue taxista de Calp.

Cuando se amplia el Parador con más habitaciones, se construye una gran terraza en la parte este, mirando al Peñón y al mar. En esta terraza descubierta, se celebraban bailes con orquestas todos los sábados. A principios de la década de 1950 se amplian las instalaciones con un cine de verano.

En Mayo de 1952 es nombrado Antonio García Sapena alcalde de Calp, cargo que ostenta hasta Septiembre de 1963 en que es relevado.

 

                                                                                             Terraza frente al mar

 Lamentablemente con la muerte de Pilar Vives Santacreu el Parador de Ifach entró en una nueva fase de cambio. La clientela- tan elitista en años precedentes- fue cambiando al tener acceso a hoteles de esta categoría profesionales de menor poder adquisitivo. Otro caso, muy cercano, fue el del Hotel Las Salinas que empezó en Agosto de 1958 con más empleados que habitaciones y a mediados de la década de 1960 acabó siendo dirigido y mantenido por una familia de sólo cuatro personas.

 

Explanada, almacenes y el transformador en la década de 1960

La vida de glamour del Parador/Paradero acabó en las manos de una sola persona: Pilar Garcia Vives hija de los fundadores de ese hotel que llegó a ser una institución en lo más alto de la hostelería Mediterránea y que finalmente; los nuevos tiempos del turismo de masas no estaban  para el Parador. Sólo quedan en el recuerdo los nombres, grabados o sus firmas en el Libro de oro de esos personajes ilustres que en aquellos lejanos días disfrutaron de la buena comida, del trato amable de los propietarios, del servicio y de la paz de un lugar que nada tiene que ver con lo que hoy en día tenemos. El firmante de estas líneas tuvo la suerte de conocer y vivir, aquellos años. Pero, desde los alrededores. Fui compañero de juegos de Pilar - teníamos la misma edad- y con ello la oportunidad de corretear por las dependencias del hotel. Desgraciadamente, tanto Pilar García, como su hermano Antonio han fallecido hace algunos años.

Todo queda en nuestra memoria. Valgan estas imágenes de recuerdo para los que han conocido esa época.

Imagen actual de lo que queda del Parador de Ifach

Andrés Ortolá Tomás

Enero de 2023