EL RELOJ DE TORRE DEL AYUNTAMIENTO

Esta necesidad de regular el paso del tiempo ciudadano obligó a instalar en torres desde finales de la Edad Media máquinas que lo hicieran posible, primero de notable sencillez y poca precisión y, poco a poco, de gran envergadura, con multitud de ruedas dentadas que mejoraban sustancialmente la medición y, a veces, con el espectacular añadido de autómatas. Aún hoy en día atraen la atención y el pasmo de los turistas los de Praga o Venecia.

Desde el reloj solar hasta el reloj de torre apenas hay presencia del reloj en la sociedad. Las tareas no exigen hasta la Edad Media, más que un reloj “solar” es decir, amanece (comienza la jornada de trabajo) el sol está en lo alto del cielo (almuerzo, hora de comer, descanso) y anochece (retirada a casa, dormir). El reloj aparece entonces como elemento de lujo entre la clase alta o más favorecida de la población. No es hasta mediados del siglo XX el que se generaliza el uso del reloj de pulsera. Son los relojes suizos los de más fama. Por su curiosidad publicamos unos párrafos de un escrito de la Edad Media en el que se puede ver que era costumbre muy extendida en que a cada hora que diera el reloj se rezara el Ave María y se descubriera la cabeza. “Que en oyendo queda el relox la hora, es costumbre asentada, q nobles y plebeyos, ricos y pobres, dexado todo negocio, y toda ocupación, saludan a la Madre de Dios con el Ave Maria, descubierta la cabeza”.

A mediados del siglo XIX el Ayuntamiento de Calpe se plantea la compra de un reloj para colocar en lo alto de la torre de la casa consistorial. A tal fin el alcalde Pedro Pastor i Roselló firma el siguiente pliego de condiciones para la adquisición de un reloj público:

 

El reloj con su torre primitiva

D. Pedro Pastor y Roselló Alcalde Constitucional de la Villa de Calpe.

Hago saber: Que estando autorizado este ayuntamiento por el muy ilustre señor el Gobernador Civil para la adquisición y colocación de un reloj público de torre y su campana en la casa consistorial de esta villa, se llevará a efecto la subasta del mismo el día siguiente o inmediato a los diez de publicado el edicto en el Boletin Oficial de esta provincia, cuyo acto tendrá lugar en la sala capitular de este pueblo, en el día espresado de diez a once de la mañana, ante el ayuntamiento y con arreglo a las condiciones siguientes:

1ª El reloj a de tener el armazón y maquinas motores de hierro colado, los piñones y ejes centrales de hierro dulce, los ojales o cabezales de bronce, la catalina del escape o principal también de bronce, contrapesos de hierro colado, de horas y medias, de 28 horas de cuerda, la esfera de cristal mate con números romanos y la campana o cascarrón de hierro colado, de sonidos vibrantísimos y de 26 a 30 arrobas de peso.

2ª El reloj a de estar hecho en 30 de Junio del presente año, y el contratista lo a de asegurar por un año.

3ª Será de cuenta del contratista su conducción y colocación en la casa consistorial y sitio destinado al efecto.

4ª En el caso de que el reloj no reúna las condiciones antes espresadas o la campana no sea de buen sonido y no merezca por alguno de estos motivos la aprobación del Ayuntamiento, quedará de cuenta del contratista y se procederá a nueva subasta.

5ª Servirá de tipo para la subasta la cantidad de cuatrocientos ochenta escudos que se pagarán en dos plazos iguales: el primero una vez que este colocado el reloj y merezca la aprobación del ayuntamiento y el segundo al al cumplimiento c del año de estar funcionando.

6ª La subasta se celebrará admitiéndose proposiciones en pliegos cerrados y transcurrida la hora señalada al efecto, y enterados los señores del Ayuntamiento y publicadas las preposiciones presentadas, se adjudicará al que se obligue por menor cantidad u ofrezca más ventajas o garantías.

7ª El postor a quien se adjudique la subasta, siendo desconocido presentará persona que garantice el cumplimiento del contrato a satisfacción del Ayuntamiento.

Calpe, 14 de Marzo de 1868

Pedro Pastor

 

 

El adjudicatario de la subasta fue Mauro Miró Gilabert relojero de Alcoy. Ignoramos a cuanto ascendió la compra e instalación de reloj.

En 1869 es Maximiliano Llorca el primer encargado del reloj.

El día 2 de Junio de 1871 se le pagan al relojero 125 pesetas a cuenta de lo que se le adeuda del reloj de torre que fabricó para esta villa.

El día 20 de Abril de 1874 todavía se le debía dinero al relojero.

En 1875 se le deben a Maximiliano 8,75 pesetas como encargado del reloj de torre de esta villa.

Este tipo de relojes sólo se construyen para dar las horas, repitiendo la misma a los pocos minutos. Como reloj de la villa, de su conservación y mantenimiento se ha encargado personal del Ayuntamiento.

En 1889 tenía a su cargo el mantenimiento del reloj el terrateniente Pedro García Ortiz muy aficionado a la maquinaria de los relojes.

En aquellos años se recomendaba que “el aceite puede ser de oliva, bien frito y filtrandole con papel de estraza para que no contenga impurezas. El aceite se dará con una pluma recortada a fin de que no coja más que una gota, pues el mucho aceite no conviene contenga ácidos ni residuos y conservándole en frasco bien tapado.

El 31 de Diciembre de 1903 Antonio garcía Blanquer, recibe 6 pesetas y 65 céntimos como encargado del reloj público. Ese mismo año el edificio que antes estaba destinado a la Casa Consistorial, se encuentra en estado ruinoso y que se valora en 1700 pesetas. Situado en la calle de la Villa con el número 1 de policía urbana, cuya superficie es de 70 metros cuadrados, compuesto de dos pisos y una torre destinada para el reloj público.

Dado el lamentable estado del inmueble, propiedad del consistorio, éste arrienda como sede municipal a Tomás Iborra Santamaría su casa sita en la Plaza de la Constitución número 10, por la que paga una renta mensual de 16 pesetas y 66 céntimos.

 

El año 1912, el encargado del mantenimiento del reloj es Timoteo Zaragozi Reig, el cual recibe una paga de 80 pesetas anuales.

En los primeros años de la década de 1920 es derribado el Portalet y se desmonta el reloj de la torre que lo sustenta. Algunos años más tarde, se coloca en la torre del nuevo edificio que se destinará a Casa Consistorial y que hoy es la sede del Museo Arqueológico. Durante muchos años se encargó del mantenimiento el funcionario Vicente Buigues.

En Junio de 1982 se restaura el reloj por parte de Felipe Moreno Rojo, Jefe de la Policía Local y relojero aficionado que consigue que este vuelva a funcionar.

Con diferentes altibajos y durante más de un siglo el antiguo reloj de torre comprado en 1868 durante el mandato del alcalde Pedro Pastor Roselló ha acompañado a los vecinos del casco antiguo. Desde lo alto de su torre ha sido referente para generaciones de calpinos.

Hoy en día la vieja máquina está parada y en su lugar existe otra máquina, pero, esta propia de la época en la que vivimos. La era de la informática.

Andrés Ortolá Tomás